Como seres humanos nos hemos encargado de hacer de este mundo un espacio a nuestra medida, aprovechamos y desaprovechamos cada recurso como si no tuviera límite, con el único fin de suplir necesidades propias de una especie ambiciosa de poder y protagonismo.
Llevamos cerca de un mes experimentando una situación a nivel mundial que sin duda cambiará nuestra manera de ver el mundo, las noticias no hablan de otra cosa diferente al covid 19 y las miles de vidas que a diario cobra una pandemia que hasta el momento no tiene cura, la población mundial confinada al encierro preventivo y la economía en un declive sin precedentes.
De vez en cuando sale una noticia positiva y es cuando curiosamente vemos cómo la naturaleza quiere recuperar los territorios que algún día fueron suyos. Ante la ausencia de seres humanos en las calles de las grandes ciudades, algunos animales silvestres salen a recorrer las zonas urbanas, se han visto pumas, zorros, jabalíes, pavos, micos y ni hablar de la fauna marina que se acerca a las costas recuperando la confianza en esos lugares donde normalmente serían acosados por el hombre.
Hace mucho tiempo la tierra nos estaba pidiendo a gritos ayuda para sobrevivir, nos enviaba señales de incendios, calentamiento global, glaciares derretidos, gigantescos derrumbes, inundaciones, entre muchas otras señales que solo querían mostrarnos que la tierra estaba en peligro, que cientos de especies estaban en riesgo de muerte gracias a nuestras acciones, pero no quisimos entender, el egoísmo como especie no nos permitió ver más allá de nuestras propias ambiciones y ahora el llamado tuvo que ser cobrando vidas humanas de manera masiva.
La pregunta ahora es si aprenderemos la lección, todos estamos esperanzados en que la cura llegue por fin y podamos salir nuevamente a la calle con normalidad para retomar la vida con más tranquilidad y ojalá con más consciencia, la humanidad sin duda cambiará y esperamos que sea para bien y aprendamos a valorar las cosas más mínimas que con el solo hecho de estar vivos podemos disfrutar.
Ojalá todo esto nos sirva de enseñanza y entendamos que la naturaleza se respeta, que muchas de las epidemias a lo largo de la historia se han generado por una relación no adecuada con los otros seres vivos que comparten con nosotros la tierra, ojalá que ahora podamos respetar las otras formas de vida y los hábitat libres de contaminación que requieren las demás especies, ojalá le pongamos freno a la deforestación y a las acciones contaminantes de la minería, ojalá desde las industrias y los hogares aprendamos a cuidar el agua como recurso vital.
Ojalá todo esto nos sirva para ser menos ambiciosos y más conscientes ecológicamente.